jueves, 14 de noviembre de 2013

CGT ONCE ALICANTE

Vicenta Moyano. Secretaria general de CGT- ONCE Alicante
A propósito del premio de la Concordia
Desde que en abril de 2010 la ONCE lanzara sus productos a la venta a través de gasolineras, estancos, quioscos de prensa, OPENCOR y otros establecimientos «autorizados», haciendo creer al público en general que con la comercialización de estos productos, estaban colaborando con la labor de integración social y laboral de las personas con discapacidad, los niveles de venta de los vendedores y vendedoras de la ONCE ha caído en picado, llegando a establecerse un 30%de la plantilla por debajo de los mínimos que la empresa exige e impone a través de su convenio colectivo. Seguramente, el público, con la mejor voluntad, se ha «tragado» el anzuelo de que así participa en la mejora de las condiciones de la plantilla de vendedores ciegos y minusválidos de la ONCE, pero en realidad está participando en el deterioro masivo de sus condiciones de trabajo y en la política de presión, sanciones y despidos que la ONCE ha puesto en marcha contra sus trabajadores y que aumenta cada día. En efecto, cada vez que ustedes adquieren un cupón o un rasca en una gasolinera, estanco, quiosco de prensa o cualquier otro establecimiento, dejan de comprarlo al personal vendedor que es quien realmente vive de ese trabajo. La plantilla de vendedores no puede venderle a usted gasolina, ni tabaco, ni una revista, ni aceite, ni champú; las personas con discapacidad que se dedican en exclusiva a vender cupón no tienen otro medio de vida. A la ONCE lo que le importa claramente es hacer caja. Cada año impone la obligatoriedad a la plantilla de aumentar sus ventas bajo la amenaza de despido, si no alcanzan unos mínimos que van subiendo al mismo tiempo que la propia ONCE contrata más «empresas colaboradoras» suponiendo una imposibilidad este objetivo a los vendedores de cupón, que ven cómo sus ventas bajan y las sanciones por «baja rentabilidad» les empiezan a llover poniendo al borde del precipicio sus puestos de trabajo. Desde CGT ONCE, pedimos a las empresas que han aceptado vender productos ONCE y que ni siquiera les supone unos ingresos importantes dentro de su actividad, que colaboren de verdad con las personas con discapacidad y dejen de hacerles la competencia, a no ser que permitan que los vendedores/as de la ONCE puedan vender sus productos para compensar el agravio. Y a la sociedad en general, además de informarles, les pedimos que colaboren en la integración social y laboral de las personas con minusvalía, comprando a los vendedores y vendedoras de la ONCE y no en otros establecimientos, porque la recientemente premiada Príncipe de Asturias amenaza con despedir a quienes solo pueden ganarse la vida de ese modo.

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